Champiñones
Mantequilla (100 gr)
3 dientes de ajo
Sal
Aceite
Alcaparras 100 gr
Leche (1 vaso)
Harina (1 cucharada)
Queso parmesano
Preparación:
Esta
entrada es otra de las recetas que no contiene ningún alimento
carnívoro para aquellas personas que, o bien no puedan o bien no quieran
ingerirlos. Ante esta última anotación, me asalta una duda y una
cuestión ¿habéis probado alguna vez un buen chuletón de buey?
Aprovechando que había comprado alcaparras en un puesto de la calle decidí elaborar algún plato con ellas, y
comentaros que, aunque en un principio tenía incertidumbre sobre el
sabor que podría salir, el resultado me sorprendió bastante.
Precalentamos el horno a 150º durante 10 minutos. Mientras tanto cortamos el pie terroso de los champiñones y los lavamos bajo el grifo. Los secamos bien, quitando la base de los mismos.
Cubrimos una bandeja con aceite y depositamos los champiñones con el sombrero hacia abajo, introduciendo la bandeja a media altura en el horno. Lo tendremos unos 15-20 minutos, el tiempo que tardaremos en cocinar los demás ingredientes.
Picamos las alcaparras y la base de los champiñones.
La
base de los champiñones picados los cocinaremos en una sartén a fuego
fuerte con aceite (3-4 cucharadas) y 3 dientes de ajo enteros y
aplastados. Primero pondremos los ajos y luego los champiñones picados,
añadiendo un poco de sal.
En
otra sartén vamos preparando la bechamel. Derretimos la mantequilla y
añadimos una cucharada de harina no colmada. Esperamos que se cocine, a
fuego vivo, unos 3-4 minutos, y vamos añadiendo la leche poco a poco sin
dejar de remover.
A
continuación agregamos las alcaparras y los champiñones picados.
Removemos y dejamos que se mezclen todos los ingredientes durante unos 5
minutos. Seguidamente, añadimos queso parmesano rallado, unas 4
cucharadas, esperamos que se derrita y probamos. En este punto podemos
añadir un poco más de queso o un poco de sal en el caso que sea
necesario. Esta operación no se ha realizado con anterioridad porque las
alcaparras y el queso ofrecen sabores salados en si.
El
objetivo es conseguir una bechamel espesa, por lo que si hace falta lo
dejáis más tiempo al fuego, aunque en este punto ya debería tener una
consistencia suficiente.
Sacamos
los champiñones del horno (si no lo habíamos hecho antes) y
probablemente los encontraréis con caldo en el interior, podéis
aprovecharlo para mezclarlo con la bechamel.
Ponemos
un poco más de aceite en la base de la bandeja y rellenamos los
champiñones con la bechamel. Volvemos a introducir en el horno durante
7-8 minutos y los tendremos listos para emplatar.
Trucos y/o consejos:
- Preparando la bechamel con mantequilla conseguimos que no salgan tantos grumos como con el aceite.
- Para que queden tostados por arriba les he añadido un poco de pan rallado por encima, poniendo el horno en modo grill. El tiempo lo teneís que controlar vosotros según la densidad de tostado que deseéis.
